10 de enero de 2009

Perlas de Boleslavsky (I): el actor y la cultura

Empezamos el año con un buen regalo. En mis manos ha caído un gran manual: "La formación del actor" ("Acting: The first six lessons") de 1933, de Richard Boleslavsky. Es uno de esos ejemplares descatalogados, con las páginas amarillentas y perfumados con olor a savia literaria. No podría ser otra persona que Antonio Álvarez, actor y abuelo de Rubén, quien me anima a leer estos viejos tesoros vigentes hasta la eternidad.

Aún no me he terminado de leer el libro, pero no he parado de apuntar frases maestras y citas curiosas que todos los aprendices de la profesión deberíamos grabarnos en la mente. De momento aquí está la primera entrega:

Boleslavsky distingue tres partes en la formación de un actor: la educación de su cuerpo, la educación intelectual y la educación y entrenamiento del alma. De la segunda dice:

"Uno puede discutir a Shakespeare, Molière, Goethe y Calderón solo con un actor culto que sabe qué es lo que representan estos hombres y qué es lo que se ha hecho en los teatros del mundo para representar sus obras. Yo necesito un actor que conozca la literatura mundial y que sepa ver la diferencia entre el romanticismo francés y alemán. Necesito un actor que sepa la historia de la pintura, la escultura y la música; que sepa distinguir, al menos aproximadamente, el estilo de cada periodo y la individualidad de cada pintor. Necesito un actor que tenga una idea suficientemente clara de la psicología del movimiento, del psicoanálisis, de la expresión de la emoción y de la lógica del sentimiento. Necesito un actor que sepa algo de la anatomía del cuerpo humano, como también de las grandes obras de la escultura. Todos estos conocimientos son necesarios porque el actor entra en contacto con ellos y tiene que trabajar con ellos en escena. Este entrenamiento intelectual formará a un actor que podrá representar una gran variedad de papeles."

Dicho queda...

1 comentario:

Joaquin dijo...

ten cuidao q los libros antiguos albergan gérmenes antiguos, te vaya a dar una gripe de 1940